El Domingo fuimos a comer a la sucursal que tienen en la carretera hacia San Miguel. Lamentablemente aunque el lugar es agradable, el servicio fue terrible. Llegamos alrededor de las 3:30 al lugar. El servicio fue malo, muy lento, nada profesional y descuidado. Tardaron demasiado en traernos las bebidas, los vasos, cubiertos, la botana, etc. Ordenamos los platillos y después de una larga espera de 35 min. nos avisan que no podían traernos la mitad de los platillos que habíamos pedido porque ya no tenían ingredientes. De los pocos que sí nos trajeron como las enchiladas de mole negro, tenían un mínimo de mole, estaban frías y muy secas que porque ya se les había terminado también. Y en lugar de avisar, presentaron un plato muy mal servido. Al final tuvimos que pedir quesadillas porque era lo único que les quedaba y éstas tenían poquitito queso, una burla. Y encima de todo, pretendieron cobrar los platos completos. Terrible.