Fui a comer entre semana a este lugar y casi en todo momento recibí muy buen servicio. Los meseros muy amables excepto porque durante muuuuy largo rato, no fueron a la mesa para tomarnos la orden o preguntar si ya estamos listos para ordenar. Pero la comida muy rica, muy limpio el lugar, apto para niños, cuentan con periqueras y jueguitos, y en general muy amables. La Jaiba a la mantequilla que pedí: buenísima, eso sí, hay que ensuciarse los deditos, jeje.