Es difícil encontrar un lugar rico de mariscos estando lejos de la costa, pero tengo que comentarles que este pequeño lugar es de los que seguiré frecuentando. Local sin una decoración en especial, totalmente relajado. Cuenta con unas 10 mesas aproximadamente y en algunas ocasiones tienes que esperar para tener un lugar. Abre de 10 de la mañana a las 19 hrs todos los días. Como entradas ofrecen totopos y una salsa de pepino y cebolla picante, fresca y enviciante. El Cóctel de Camarón, lo sirven en una plato hondo, con salsa de tomate, sabores cítricos y el camarón está bien cocido. El taco de camarón a la diabla en tortilla de maíz ¡Recomendado!. Si eres de los que gustan comer ostiones frescos (crudos) no te recomiendo mucho la tostada de ostión al limón y pimienta. Lleva ostiones cocidos con un poco de pimineta molida y la sirven caliente. No fue mi favorita. Como platillo fuerte pedimos el Huachinango al ajo, el tamaño del pescado es promedio, puede ser consumido para dos personas si pides alimentos antes o una sola si llegas directo al pescado. Tiene un rico marinado en limón y ajos fritos que lo acompañan. Los postres son los tradicionales de una marisquería, nada nuevo aquí.El servicio fue lento, no logré identificar si es por poco personal o por distracción de los meseros. El trato es amable, sin complicaciones. Bebidas, entradas, platillo fuerte y postre para dos, aproximadamente unos 500 pesos con propina incluida.