la comida es realmente tradicional, aunque los platos no son tan vistosos, el sazón es bueno y tradicional. El lugar es pequeño, y por lo menos el domingo no tenían mas que dos meseros que aunque se esmeraban en atender no se daban abasto, ojo con eso, en lo que estuve esperando que limpiaran la mesa para sentarnos se fueron 3 clientes por la tardanza, pues las mesas ya estaban desocupadas pero no se daban tiempo ni para limpiarlas. Lo bueno es que una vez que nos sentamos trajeron los platillos muy rápido. El precio pues normal, ni muy caro ni muy barato.