Es una bar tipo familiar de estilo clásico, con todo el folclor de un barrio leonés, donde puedes pasarla muy bien con tu familia y/o tu pareja además de disfrutar de sus ricas, variadas y abundantes botanas, no son pretenciosos los platillos pero muy bien ejecutados. Los meseros muy atentos, cuando vayas se generoso , se ganan bien su propina y te pueden decir la botana siguiente para que, si es tu deseo la omitas y/o la cambies por otra opción, jamás he quedado decepcionado. Muy recomendable, solo le falta un buen estacionamiento, pero el rumbo es tranquilo y cuentan con un elemento que te cuida el auto y lo puede lavar a petición.